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Como evitar las heladas con los métodos más apropiados

Las heladas son un efecto meteorológico causado por condiciones climáticas inusualmente frías.

En las heladas, puede ser un desastre para aquellos que cultivan y trabajan en el campo. Si no se toman medidas correctas para prevenirlas o reducir sus efectos, la cosecha puede resultar extraordinariamente dañada. Puesto que el clima varía ampliamente en cualquier parte del mundo, no existe un único método de prevención o reducción de heladas que sea adecuado para todas las condiciones. Pero, hay algunas prácticas generales que se recomiendan para proteger las plantas durante las heladas. Uno de los métodos más comunes para prevenir el daño causado por las heladas es el uso de alguna forma de material aislante para cubrir las plantas y ofrecerles una capa de protección contra el frío.

Esto puede ser tan sencillo como una tela invernavelo extendida para cubrir la zona plantada de las heladas

utilizando estacas para mantenerla junta. Esto también funciona en regiones donde las heladas no son demasiado frecuentes, ya que proporciona una protección adicional en caso de que ocurran. Otra recomendación útil para evitar o reducir los efectos de las heladas es el uso de abrigos para calentar el suelo. Estos consisten en una capa de material aislante, como lana de vidrio, que se instala encima del suelo. Esta capa actúa como una barrera aislante que retrasa la disipación del calor del suelo mientras retiene la temperatura cálida. El uso de este material debe comenzar al menos una semana antes de que se esperan heladas súbitas. En regiones a menudo afectadas por heladas súbitas o severas.

los agricultores también pueden prevenir la pérdida de cosechas debido a una helada tardía a través del uso de luces infrarrojas.

Estos tipos de luces producen suficiente calor para mantener la temperatura del aire alrededor de los cultivos caliente y así ayudar a evitar el daño de las heladas. El riego de los cultivos también puede ayudar a prevenir el daño causado por las heladas. Esto se logra al proporcionar un calor adicional al suelo y a las plantas para reducir las posibilidades de congelación de la cosecha. Para permitir que el agua permanezca en el suelo durante mucho tiempo, los agricultores deben evitar el riesgo de causar un encharcamiento, solo deben regar cuando sea necesario para mantener un nivel óptimo de humedad en el suelo.

El uso de productos químicos es otra forma de mitigar los efectos de las heladas.

Algunos productos químicos, como los ácidos etileno y acetileno, producen una reacción química que evita que el agua se congele, ayudando a prevenir daños en la cosecha. Estos productos químicos deben proporcionarse bajo estrictas normas de seguridad para evitar el daño al medio ambiente y la salud humana. Todos los métodos mencionados deberían utilizarse o considerarse cuando se trata de prevenir o reducir los efectos de las heladas. Los agricultores deben sopesar cada método y determinar cuál es mejor según la ubicación geográfica, la época del año y la magnitud de las heladas esperadas. Si bien puede parecer una tarea complicada, aplicar estos métodos simples y apropiados para prevenir o controlar las heladas es una parte muy importante para mantener la calidad de la cosecha y obtener una buena rentabilidad para su negocio.

Daños que causan las heladas

Las heladas son periodos de exposición ocurren a temperaturas por debajo de cero grados Celsius, en los que los tejidos orgánicos de las plantas experimentan daños irreversibles. Esto afecta negativamente los cultivos, reduciendo la producción agrícola y afectando a la calidad de la producción. Estas temperaturas también afectan la fauna, ya que los animales no pueden adaptarse rápidamente a estas condiciones adversas.

La falta de alimentos también repercute en los seres humanos, ya que una disminución en la producción de alimentos causa aumentos en los precios.

Esto provoca pobreza, cambios drásticos en la dieta alimenticia de las personas, un aumento en las tasas de desnutrición y a menudo un incremento en el gasto en alimentos importados. Además del daño a los hasta ahora mencionados, el efecto de las heladas es también de vital importancia histórico, pues algunos de los eventos más significativos de la historia han sido motivados por ellas. Algunos de estos eventos son la Gran Hambruna de Irlanda, en 1845-46; el imperialismo británico, motivado por la Gran Helada de 1862; y el surgimiento de nuevas tecnologías agrícolas, como la aplicación de la luz ultravioleta para proteger los cultivos.

Las heladas también producen daños a las construcciones o infraestructuras humanas.

Las bajas temperaturas provocan la formación de agujeros y filtraciones en los vasos, tuberías y alcantarillado. Esto afecta también a la generación de energía y los servicios de telecomunicaciones, trastornando a la descarga de contenidos digitales, telefonía e internet. Las heladas tienen un impacto en nuestro medio ambiente, dado que las temperaturas extremas afectan los ecosistemas y seres vivos. En particular, los árboles que no están adaptados a temperaturas menores de cero grados Celsius sufren daños en sus tejidos orgánicos, ya sea de corto o de largo plazo

. Esto conlleva una disminución de los niveles de oxígeno y de la cantidad de ecosistemas adaptados a las heladas, en detrimento del medio ambiente. Las heladas son periodos de exposición a temperaturas extremadamente bajas, provocando daños a cultivos, alimentos, infraestructuras, ecosistemas, seres vivos y humanos. Estas temperaturas críticas causan reducciones en el crecimiento de las plantas, bajas tasas de supervivencia de la fauna, cambios en la dieta alimenticia, trastornos en las telecomunicaciones y la generación de energía y el deterioro del medio ambiente. Por esta razón, es importante desarrollar tecnologías que permitan reducir los efectos negativos de las heladas sobre los seres vivos y el hombre.

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