Peligros de la humedad en cultivos agrícolas

Peligros de la humedad en cultivos agrícolas

Los peligros de la humedad en los cultivos agrícolas resulta de especial relevancia, pues un exceso puede afectar seriamente la producción de los campos, llegando, incluso, a provocar la pérdida de la cosecha, al generar problemas en los diferentes procesos desarrollados antes, durante y después de la siembra, así como también en la calidad y seguridad de los productos finales.

Cuando un suelo posee un alto nivel de humedad, hay una reducción inmediata de la producción de los cultivos, que bien puede deberse a la enfermedad de las plantas, alcance de los máximos niveles de materia orgánica y/o a la inhabilidad normal que presenta el suelo para ser trabajado.

En lo que se refiere a los problemas en los procesos desarrollados antes, durante y después de la siembra, este exceso de humedad en los campos causa la compactación del suelo. Esto limita el drenaje del mismo, impidiendo así la absorción del oxígeno por las raíces, además de provocar la reducción de la permeabilidad en los poros del suelo, lo que limita la aplicación de los productos fitosanitarios, provocando la disminución de la calidad de los cultivos.

Condiciones propicias

Esto ocasiona la creación de condiciones propicias para el desarrollo de diferentes tipo de enfermedades, como podrían ser marchites, putrefacciones, así como también la proliferación de hongos, bacterias y virus que degradan el suelo y el agua, y afectan directamente la salud de los cultivos, estas enfermedades generan la producción de toxinas entre los cultivos, que si bien son limitadas en concentración, desentonan con la calidad y el estándar de seguridad del producto final.

La humedad en los cultivos también puede generar problemas en el momento de la cosecha. Al igual que en los procesos de siembra, durante la recolección los suelos con altos niveles de humedad generan una disminución enorme de la permeabilidad, lo que dificulta su trabajo, y limita la capacidad del suelo para ser trabajado.

La humedad en exceso puede ocasionar una disminución en la eficiencia de los procesos realizados una vez recolectados los cultivos, como los procesos de cosecha, limpieza y secado de los mismos. Esto, sin duda, repercutirá en la calidad final del producto, limitando el valor comercial de los mismos.

Es necesario que los agricultores se fijen sus objetivos de manejo de humedad para evitar males mayores. Estos programas de manejo de humedad deben incluir ángulos como el control del suelo, el uso adecuado de los fertilizantes, la optimización del riego y la selección de variedades resistentes a enfermedades, entre muchos otros.

De esta forma, los agricultores tendrán un mayor control sobre el medio, y de esta forma reducirán drásticamente los riesgos potenciales para la producción agrícola, mejorando de esta forma la calidad de los cultivos y el valor comercial de los productos finales.

Capacidad de evitar humedad de las mallas tejidas no tejidas en cultivos agrícolas

Las mallas tejidas y no tejidas son un elemento indispensable en los cultivos agrícolas. Si bien ofrecen beneficios variados, desde controlar plagas hasta mejorar la formación y calidad de los productos agrícolas, los agricultores son cada vez más conscientes de la importancia de su uso para evitar la humedad en los ambientes agrícolas. La humedad en los ambientes agrícolas afecta directamente la producción agrícola, por ejemplo, provocando enfermedades en las plantas o una disminución general del rendimiento.

El uso de mallas tejidas no tejidas para evitar la humedad en los cultivos agrícolas se ha convertido en una práctica común entre los agricultores, ya que estas permiten el libre flujo de aire sin bloquear la luz solar y su fuerza antiviento evita la acumulación de energía térmica, lo que ayuda a preservar el calor en los suelos y evitar la evaporación excesiva, las mallas tejidas no tejidas no solo servirán para evitar la acumulación de humedad, sino que también evitarán el desarrollo de malezas en los cuartos de cultivo, así como limitar la dispersión de polvo o partículas en el aire, lo que contribuirá a reducir la contaminación. Esto se debe a que las mallas tienen pequeños huecos en su estructura que impiden que las manchas de agua se acumulen y propaguen, permitiendo una mayor resistencia a la penetración de líquidos.

Malla tejida no tejida

Las mallas tejidas no tejidas también evitan la pérdida de nutrientes y suelo, lo que contribuye a mejorar la calidad del suelo y el rendimiento del cultivo. Estas mallas por lo general son pulverizadas con ceras, que tienen la capacidad de reducir la evaporación del agua y mantener la humedad del suelo, asegurando un buen crecimiento de la planta., Otra cualidad de las mallas tejidas no tejidas es su durabilidad y resistencia a la intemperie, lo que significa que los agricultores no tienen que preocuparse por reemplazarlas a menudo. La durabilidad de estas mallas depende principalmente de la calidad de los materiales utilizados para su producción, así como de las condiciones climáticas a las que se exponen.

El uso de mallas tejidas no tejidas para evitar la humedad en los cultivos agrícolas es una práctica cada vez más común entre los agricultores debido a sus beneficios, como el aumento en la producción, la resistencia a la intemperie, el mejoramiento de la calidad del suelo y la disminución de la evaporación del agua. Las mallas ofrecen todas estas características en un producto extremadamente resistente y de bajo mantenimiento, lo que convierte a estas mallas en una excelente opción para los agricultores.

¿Cómo mantener la humedad regulada en cultivos agrícolas?

Mantener la humedad adecuada en los cultivos agrícolas es primordial para el éxito de la cosecha. Esto se debe a que la humedad es un factor importante en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Un exceso de humedad puede provocar enfermedades y destruir las cosechas, mientras que una sequía puede reducir los cultivos o causar que algunos de ellos no maduren. Por ello, mantener la humedad en niveles óptimos es esencial para el éxito de los cultivos. Existen varias maneras en las que los agricultores pueden mantener la humedad regulada en sus cultivos.

Una de las estrategias más comunes es la de irrigación y riego. Esto significa simplemente rociar agua sobre los cultivos para mantenerlos bien hidratados. Esto se puede hacer de maneras diferentes dependiendo de la cantidad de terreno. Los agricultores pueden usar regaderas, mangueras, sistemas de goteo o incluso maquinaria para irrigar sus cultivos. De esta manera, el suelo se mantienen húmedo hasta que las plantas crezcan., Otra forma de mantener la humedad regulada es a través de la recolección adecuada de agua de lluvia. Esto implica crear un sistema de drenaje que permita a los agricultores capturar el exceso de agua de lluvia y usarlo para irrigar sus cultivos. Esto reduce el uso de agua potable para la irrigación y también asegura que el suelo permanezca húmedo. Esto puede ser particularmente útil para los agricultores con terrenos que reciben mucha lluvia, como en regiones costeras o muy húmedas.

Siembra Directa

La siembra directa también es una buena forma de preservar la humedad en los cultivos. Esto significa sembrar la semilla directamente en el suelo en lugar de utilizar contenedores o macetas. Esto permite que la semilla tenga contacto directo con el suelo, lo que significa que puede absorber la humedad del aire y mantener el suelo húmedo. Esto también puede ayudar a los agricultores a reducir su uso de agua para la irrigación.

Conclusiones

Los agricultores también deberían considerar el uso de mulching. Esto significa cubrir el suelo con un material como hojas, mantillo o corcho para ayudar a retener la humedad. Esto no sólo ayuda a reducir la evaporación, sino que también mantiene el suelo a una temperatura más constante. Esto ayuda a los cultivos a mantenerse sanos y verdes durante toda la temporada de cultivo.

Mantener la humedad adecuada en los cultivos agrícolas es la forma más común y eficaz para obtener una cosecha exitosa. Los agricultores pueden utilizar varias técnicas, como irrigación y riego, recolección de agua de lluvia y siembra directa, para mantener el suelo húmedo y asegurar el éxito de la cosecha. Además, el uso de mulching puede ayudar a los agricultores a mantener la humedad y retener los nutrientes del suelo.

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